Alimentarse de forma saludable implica conocer los ingredientes de cada producto que utilizamos para preparar nuestras comidas, como el TBHQ.
¿Ya habías escuchado ese término? ¡No te preocupes! A continuación, te contamos qué es el TBHQ, sus efectos en la salud y qué opciones existen para evitar consumirlo.
¿Qué es el TBHQ?
TBHQ es la sigla para la terc-butilhidroquinona, un aditivo utilizado en la producción de aceites para consumo humano que tiene como función evitar la oxidación del aceite.
En otras palabras, el TBHQ conserva propiedades como el color o el olor por más tiempo, evitando que el aceite se ponga rancio.
En la industria de la producción de grasas y aceites es común la utilización de aditivos naturales como la vitamina E o la vitamina C, pero también se usan aditivos sintéticos, como el TBHQ.
¿Por qué se utiliza el TBHQ?
El TBHQ es conveniente para la industria de los aceites porque es el más efectivo para la conservación del producto. Sin embargo, este efecto no se extiende a la salud de quien lo consume.
Si bien es un componente de uso permitido para los productos alimenticios, tiene algunos efectos para la salud humana que vale la pena revisar.
Entre algunos de los alimentos que contienen TBHQ podemos encontrar:
- Aceites vegetales.
- Margarina y mantecas.
- Crema de cacahuate.
- Productos cárnicos.
- Leche.
- Galletas.
- Pizzas congeladas.
- Comida para mascotas.
- Goma de mascar.
¿Qué puede hacer el TBHQ en nuestra salud?
Según la FAO y la OMS se han realizado estudios que demuestran que el TBHQ se queda en el organismo después de haberlo consumido, es decir, la función natural de excreción no termina de deshacerse de todos los restos de este componente.
Asimismo, ambas organizaciones sugieren que este componente es tóxico para la salud del cuerpo en general, afectando principalmente a órganos como el hígado, por ejemplo. Incluso, podría dar pie a malformaciones congénitas y dañar las células, pudiendo resultar en un componente cancerígeno.
Aunque en Europa, Estados Unidos y Japón se permite el uso de TBHQ para la industria alimentaria, existen regulaciones estrictas que limitan las cantidades y concentraciones de este aditivo en productos de consumo.
En nuestro caso, México sí permite la utilización de este componente en varios de los productos que consumimos diariamente.
Si bien en dosis bajas podría ser tolerable por el cuerpo humano, es necesario considerar que ante la cantidad de productos que están hechos con TBHQ hay una gran probabilidad de que este se vaya acumulando en el organismo.
Además, hay evidencia de investigaciones realizadas en ratones que han encontrado que el consumo de TBHQ puede afectar la respuesta del sistema inmunitario del cuerpo ante el ataque del virus de la gripe, pudiendo agravar los síntomas, reducir la efectividad de la vacuna y prolongar la enfermedad. Por este motivo, se ha planteado una relación con el riesgo de contraer influenza.
¿Qué podemos hacer como consumidores?
Para prevenir los posibles efectos nocivos del TBHQ en nuestra salud, hay algunas recomendaciones:
- Al momento de hacer las compras, aparte de revisar la fecha de caducidad de los productos, también leer detenidamente la etiqueta con los ingredientes.
- Evitar al máximo el consumo de alimentos procesados.
- Consumir alimentos que contengan antioxidantes naturales.
- Informarse acerca de los procesos que utilizan las marcas; una marca que esté interesada en la salud de los consumidores siempre declarará de manera transparente sus ingredientes y procesos.
Alternativas para evitar el consumo de TBHQ
Dado que el aceite es uno de los alimentos que más se utilizan en nuestra cocina, bien sea para resaltar el sabor o porque la preparación así lo requiere, conviene explorar opciones que no contengan este aditivo y así seguir disfrutando de nuestra amplia gastronomía de una forma saludable y deliciosa.
El aceite de cártamo alto monoinsaturado es una opción libre de TBHQ que, además de ser 100% natural y no transgénico, posee propiedades que lo hacen seguro incluso para freír y cocinar a altas temperaturas: el punto de humo del aceite de cártamo es el más alto, estando por encima de otros aceites vegetales como el de oliva o el de aguacate.
¿Sabes qué es el punto de humo?
Al referirnos a aceites comestibles, el punto de humo es la capacidad de resistir altas temperaturas sin perder sus propiedades: el aceite no cambia su olor, color y que no se quema, garantizando el cuidado de tu salud y el sabor de tus platillos.
Pese a que existen aceites de bajo costo que resisten altas temperaturas, sus componentes no son naturales y es muy probable que esa resistencia al calor esté dada por la presencia de aditivos sintéticos como el TBHQ.
¿De dónde viene el aceite de cártamo?
Aunque el cártamo es una planta originaria de la India, en México tenemos extensos cultivos que nos permiten producir un aceite de primera calidad; gracias a la extracción mediante prensa es posible conservar sus propiedades nutricionales.
Algunas de las razones por las que conviene usar un aceite libre de TBHQ —como el de cártamo de Oléico®— son:
1. Costo
Es una opción accesible y muy saludable que está presente en el supermercado, a la cual puedes darle muchos usos: desde freír hasta aderezar ensaladas.
2. Sabor
Su sabor es suave y se adapta muy bien a cualquier receta o platillo: como lo mencionamos anteriormente, aunque lo utilices a altas temperaturas, siempre conservará su sabor intacto.
3. Salud
Además de las razones anteriores, al consumir aceite de cártamo cuidas tu salud, pues este previene enfermedades cardiovasculares, obesidad y otras dolencias.
El aceite de cártamo es totalmente natural, no contiene TBHQ y aporta grasas monoinsaturadas buenas, es decir, las grasas que nuestro organismo sí necesita para estar saludable y realizar muchos de los procesos básicos como tener energía o llevar a cabo algunos procesos neuronales.
El aceite de cártamo monoinsaturado de Oléico® proporciona los siguientes beneficios:
- Aporta vitamina E y Omega 9, 6 y 3.
- Es un fuerte aliado del sistema inmunológico.
- Favorece el colesterol bueno y reduce el malo.
- Es una opción para las personas que padecen diabetes, pues ayuda a bajar los niveles de azúcar en la sangre y aumenta la sensibilidad a la insulina.
Lógicamente, prevenir es mejor que curar y, luego de revisar los riesgos del consumo de TBHQ para nuestro organismo, resulta importante buscar opciones más saludables respecto a los aceites comestibles.
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