Seguramente has escuchado hablar del aceite de cártamo, sin embargo, ¿sabías que tiene muchas características que lo hacen especial y lo diferencian de otros aceites de origen vegetal?
En este artículo, te mostraremos a profundidad la verdad sobre el aceite de cártamo y si realmente es bueno para tu salud.
¡Comencemos!
¿Sabías que en México se produce aceite de cártamo?
El cártamo es una planta que tenemos la fortuna de cultivar en nuestro país y, así mismo, producir aceite derivado de ella con una alta calidad.
Usos del cártamo
El principal uso que se le da a la semilla de cártamo es la extracción de aceite vegetal. Este aceite puede ser para:
- Consumo humano;
- Usos industriales.
Esto se definirá dependiendo de las características del aceite derivado de la semilla. Para ponerlo en términos más claros, podemos decir que:
- Las semillas con más alto contenido de ácido oleico son las ideales para producir aceite vegetal de alta calidad para consumo humano.
- Las semillas con mayor porcentaje de ácido linoleico se destinan a usos industriales como la producción de jabones y como insumo para las pinturas.
¿Un aceite puede ser realmente saludable?
El principal uso del aceite de la semilla de cártamo es la extracción de aceite vegetal de alta calidad, el cual es ideal para consumo humano.
Incluso, es recomendado por nutriólogos, como una opción saludable para consumir la cantidad de grasas buenas que necesita nuestro organismo.
¿Vale la pena cocinar con aceite de cártamo?
La mayoría de los aceites comestibles que encuentras en el mercado, no tienen un punto de humo alto, es decir, cuando alcanzan altas temperaturas se queman y liberan toxinas perjudiciales para el organismo.
El aceite de cártamo tiene alto contenido de grasas monoinsaturadas y es uno de los aceites vegetales con el punto de humo más alto, conservando su sabor, olor y beneficios para la salud.
Propiedades y beneficios del aceite de cártamo
Es cardiosaludable
El aceite de cártamo, gracias a su alto contenido en grasas buenas, tiene la propiedad de ser cardiosaludable. Es decir, por su alto contenido de omega 9, 6 y 3, ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL).
Es bueno para luchar contra la celulitis
El aceite de cártamo es uno de los aceites vegetales más saludables, debido a que es un aceite natural, alto en grasas buenas monoinsaturadas y omega 9.
Esto no quiere decir que por sí solo el aceite de cártamo tiene la propiedad de solucionar el problema de la celulitis, pero sí puede ser uno de tus mejores aliados para alimentarte saludablemente.
Te da sensación de saciedad
Al consumir aceite de cártamo, estimulamos la producción de leptina. Esta es la hormona encargada de proporcionar al organismo una sensación de saciedad, ayudándonos a comer un poco menos y así, postergar un poco más el próximo bocadillo.
Regula el colesterol
Podemos referirnos a colesterol bueno y colesterol malo.
El colesterol bueno se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo, nuestro hígado produce colesterol y también podemos encontrarlo en algunos alimentos.
Se denomina como “bueno” porque es el encargado de transportar el colesterol desde otras partes del cuerpo, hacia el hígado. Es decir, lo necesitamos para funcionar, pero no debemos tenerlo en exceso, pues se corre el riesgo de que se acumule en nuestras arterias.
El aceite de cártamo ayuda a controlar los niveles de colesterol en el cuerpo. Esto ayuda a reducir los riesgos asociados a enfermedades como arteriosclerosis o accidentes cerebrovasculares, relacionadas con el llamado colesterol malo.
Ayuda a mejorar la salud de la piel y el cabello
Al consumirlo regularmente en las comidas diarias, el aceite de cártamo puede ayudar a combatir los problemas de dermatitis, piel y cabello resecos, gracias a su capacidad de hidratación.
Ayuda a aumentar la sensibilidad a la insulina
Las personas que padecen diabetes tipo 2 se ven especialmente beneficiadas por el consumo regular de aceite de cártamo en su dieta.
Contiene gran cantidad de vitamina E
La vitamina E está presente en el aceite de cártamo y actúa como un antioxidante natural que ayuda a proteger las células de los daños causados por los radicales libres. También contribuye a combatir infecciones, sirve como estimulante del sistema inmunológico y mejora la circulación sanguínea.
Ayuda a perder peso
Si estás buscando perder o mantener tu peso, la mejor opción no es dejar de consumir grasas. Estas son indispensables y cumplen funciones como almacenar energía o facilitar el transporte de vitaminas en el organismo.
Así, para ayudarnos a perder peso necesitamos comer grasas buenas y limitar el consumo de grasas malas y claro está, acompañar nuestra alimentación con una dosis de ejercicio adecuada según nuestra edad, peso y objetivos personales.
Antes de continuar, ¿sabes realmente cuáles son las grasas buenas y malas y lo que hacen en tu organismo?
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¿Cómo distinguir las grasas buenas de las malas?
Los lípidos, comúnmente llamados grasas, son un tipo de nutrientes indispensables en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Sin ellas no podríamos llevar a cabo procesos como absorber las vitaminas A, D, E y K ni mantenernos calientes. Además, nuestra piel y cabello no estarían saludables.
Ahora, no todas las grasas hacen lo mismo en tu organismo. Se clasifican en saturadas o insaturadas dependiendo de sus propiedades. Veamos:
1. Las grasas insaturadas
Son las grasas buenas, las cuales tienen la propiedad de ayudar a bajar el colesterol malo. A este grupo pertenecen:
- Las monoinsaturadas, que pueden encontrarse en alimentos como las nueces y en aceites como el de cártamo (alto oleico);
- Las poliinsaturadas, que se encuentran en aceites como el de soya y en algunos pescados.
2. Las grasas saturadas, con moderación
Las grasas saturadas elevan el colesterol malo, dando pie a padecimientos como obstrucciones en las arterias. Además, incrementan el riesgo de sufrir ataques cardiacos.
Los alimentos de origen animal como la mantequilla, quesos, leche entera o carnes grasosas contienen gran cantidad de grasas saturadas y lo ideal es consumirlas con moderación.
3. De las grasas trans… ¡aléjate!
Los ácidos transgrasos son un tipo de grasa modificada industrialmente en un proceso llamado hidrogenación y a menudo estas grasas se utilizan para conservar los alimentos frescos por más tiempo.
Estas grasas aumentan el colesterol malo e incluso pueden llegar a bajar los niveles de colesterol bueno.
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