Una dieta saludable depende mucho del aceite para cocinar que utilices, esto se debe a que es un ingrediente indispensable en todo tipo de platillos por sus ricas propiedades. No obstante, esto no quiere decir que todos son buenos, ¡para nada!
Sin embargo, existe un grupo selecto catalogado como premium conformado por productos cuyos ingredientes ayudan a optimizar el funcionamiento de nuestro organismo. En este sentido, es importante aclarar que los mejores son aquellos que tienen en su composición una mayor cantidad de grasas monoinsaturadas y menos grasas saturadas.
Algunas ventajas de incluirlos en nuestros platillos son el aumento del rendimiento y la recuperación muscular, así como la mejora del sistema circulatorio y la salud del corazón.
Entonces, ¿cuál es el mejor aceite si quieres llevar una dieta saludable y además orientada al fitness? Nosotros te contamos.
¡Sigue leyendo!
Aceite de oliva extra virgen
Esta joya de la dieta mediterránea es una pieza clave dentro de la alimentación de cualquier persona y, en particular, de los deportistas, ya que sus buenas propiedades favorecen la actividad física.
Su uso se extiende en muchos alimentos, que van desde ricas vinagretas hasta pescados y tostadas con pan integral. Es la base para aderezar muchas comidas además de una exquisita forma de alimentarte y cuidarte al hacer deporte, puesto que, mejora el rendimiento muscular y te ayuda a romper tus propias marcas.
Debido a su acción antioxidante, este rico aceite para cocinar frena el estrés oxidativo y protege a nuestro organismo de los radicales libres que se desarrollan en cualquier actividad física intensa.
Pero, ¡ojo!, el aceite de oliva extra virgen es un aceite para cocinar que se recomienda más en frío que en frituras, debido a que, por su intensidad, puede llegar a cambiar el sabor de tus platillos. Además, su punto de humo fluctúa entre los 140 y 200 °C, muy poco comparado con otros.
¿Opción ideal para la cocina y el mundo fitness? ¡Totalmente!
Aceite de girasol alto oleico
El aceite para cocinar de girasol alto oleico es obtenido de las semillas de girasol de una variante específica que tiene un mayor contenido de ácidos oleicos y presenta mejores propiedades nutricionales con respecto al que se consigue en cualquier supermercado.
Tiene una buena cantidad de Omega 9, no contiene grasas trans y posee pocas grasas saturadas.
Asimismo, tiene un efecto antiinflamatorio que es ideal para las sesiones de entrenamiento, ya que reduce la hipertensión arterial y protege las membranas de los eritrocitos.
Con respecto a su uso, es un aceite que goza de olor y sabor neutro y que es más estable que otro tipo de aceites cuando se somete al calor, puesto que soporta hasta 200 °C sin dañarse.
Aceite de canola
El aceite de canola es extraído de la planta de la colza, contiene muy poco porcentaje de grasas malas y buenos niveles de ácidos grasos monoinsaturados.
Al ser las grasas buenas uno de sus componentes principales, ayuda en la regulación del colesterol y mejora la circulación de la sangre en el torrente sanguíneo.
Esto es positivo para tu vida fitness, ya que el flujo sanguíneo muscular se encarga de transportar la sangre hasta los músculos haciéndoles llegar nutrientes y oxígeno.
Y, ¿qué tal es este aceite para cocinar? Realmente, no es muy versátil. Tiene un punto de humo por el piso, apenas de 107 °C, ¡no lo uses para freír! Su consumo debe ser en frío para que puedas aprovechar al máximo sus propiedades.
Pero, ¿por qué te digo que no lo uses en preparaciones fritas? Tener una baja resistencia al calor hace que, al pasar ese límite, comience a quemarse y se vuelva tóxico para nuestro organismo; no disponible para su consumo.
Aceite de arroz
Este tipo de aceite para cocinar es bastante peculiar, se extrae del germen y la cáscara de los granos de arroz, por esta razón, es de mucho valor en una alimentación saludable.
Es muy rico en vitamina E, es decir, antioxidantes naturales. Tiene un sabor suave y ligero, y es una opción ideal para platos delicados, así como para condimentar ensaladas y preparar recetas dulces.
Mantiene un buen equilibrio entre grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, por lo que es excelente para la quema de energía y para evitar la acumulación de grasa en el cuerpo.
Aceite de cártamo
¿Querías un aceite para cocinar que se destaque? ¡Échale un ojo al aceite de cártamo y verás!
Para empezar, es un aceite versátil por naturaleza, ya que tiene un olor y sabor neutro, es decir, su uso no cambiará el sabor final de tus preparaciones. Además, tiene el punto de humo más elevado en esta lista, con 240 °C, por lo que podrás utilizarlo con mayor seguridad en cualquier tipo de comida ya sea frita, en frío o para aderezar. ¡Una delicia!
Algunas de las ventajas de incluirlo en una dieta saludable son las siguientes:
Ayuda a bajar de peso
Tiene una excelente distribución de grasas buenas —grasas monoinsaturadas— y muy pocas grasas malas —grasas saturadas—. Esto significa que estimula la quema de grasa corporal porque contribuye a la aceleración del metabolismo, lo que genera una mayor quema de energía y combustión de grasas.
Alto contenido de vitamina E
La vitamina E es un antioxidante natural, su función es proteger a las células del organismo de los radicales libres y de los problemas internos formados por el metabolismo celular. También es un escudo contra la exposición de la piel a la luz del sol.
El consumo regulado y constante de vitamina E, —de 2 a 3 porciones diarias— mejora la fuerza y resistencia física; un aspecto clave para mejorar tu rendimiento en el entrenamiento.
Un compañero para luchar contra la celulitis
Así como lo lees, el aceite de cártamo, al contener la distribución perfecta de Omega 9, 6 y 3, permite que nuestro cuerpo adquiera justo lo que requiere para prevenir la generación de depósitos de grasas debajo de la piel, normalmente en caderas, muslos y vientre.
Dicho de otra forma, evita la aparición constante de celulitis, contribuyendo, además, a prevenir complicaciones de salud como, por ejemplo, daños en el sistema de drenaje linfático, lo que provoca hinchazón crónica a cualquier extremidad que se vea afectada.
Llegado a este punto, aclaremos la duda del título: ¿cuál es el mejor aceite para cocinar si quieres llevar una dieta saludable? Por decisión unánime, ¡el mejor es el aceite de cártamo!
Considerando la información en este post, ¿te quedó alguna duda? ¿Quieres que conversemos sobre algún otro aspecto? ¡Cuéntanos qué opinas en la casilla de comentarios!
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