Sabemos que cocinar puede ser una actividad entretenida, complicada en ocasiones, pero siempre interesante; ya sea que cocines por placer para ti y tu familia, porque quieres aprender o para controlar lo que comes y su preparación según la dieta alimentaria que llevas, debes considerar que uno de los ingredientes que más utilizarás en la cocina es el aceite.
Sin embargo, pocos conocen que el aceite debe cocinarse con mucho cuidado y, sobre todo, evitar que se queme, ya que se convierte entonces en un producto tóxico.
Si quieres saber cómo mantener los beneficios del aceite en tu dieta y que no se vuelva dañino, ¡sigue leyendo!
Deja que el aceite conserve sus propiedades
El aceite tiene diversas propiedades como antioxidantes, algunos ricos en omega 3, 6 y 9, entre otros; pero, al comenzar el proceso de combustión o punto de humo, estas propiedades comienzan a perderse.
¿Qué es el punto de humo?
Hay variedad de recetas que incluyen aceites de diversos orígenes, ya sea de semillas de girasol, de uva, cártamo, de oliva u otros, pero sin importar lo anterior, al cocinar con ellos, debes conocer su punto de humo; es decir, la temperatura en la que comienza a aparecer humo en la superficie del aceite por el fenómeno conocido como combustión.
El aceite una vez en la sartén, eleva su temperatura y la oxidación térmica comienza, que es el efecto que tiene el oxígeno en los ácidos grasos, y así es como los transforman en compuestos inestables que se conocen como radicales libres.
¿Qué son los radicales libres?
Los radicales libres son las moléculas responsables de acelerar el envejecimiento, enfermedades cardiovasculares, diabetes, aumento en el colesterol malo e incluso cáncer.
No dejes que pierda los nutrientes
Para que tu aceite siga manteniendo sus propiedades antioxidantes y los beneficios del omega 3, 6 y 9, debes estar atento y evitar que se queme.
Si el aceite comienza a humear en tu sartén u olla, se recomienda ya no utilizarlo y desecharlo de manera segura, nunca directamente en el desagüe, ya que puede ocasionar que se tapen las tuberías, se congestionan y tengas un problema aún mayor en tu sistema de agua en casa.
¿Cómo botar el aceite con cuidado?
Para deshacerte de el aceite que no consumirás, deberás hacer lo siguiente:
- Si lo acabas de usar en la sartén, espera que se enfríe;
- Una vez frío, vacíalo en una botella de plástico con tapa;
- Resguarda la botella hasta que puedas entregarla al sistema recolector de basura, ya que, afortunadamente, el sistema recolector de basura, tiene un proceso para deshacerse de las botellas con aceite inservible de forma segura.
¡Cuida el medioambiente y tu cocina!
¿Qué lo vuelve tóxico?
Como te comentamos en el párrafo de arriba, cuando comienza a salir humo, el aceite ha iniciado su proceso de oxigenación térmica lo que ocasiona que las grasas monoinsaturadas del aceite —grasas buenas y omegas—, que suelen ser benéficas para tu salud, se descompongan.
El aceite se vuelve tóxico cuando comienza a emitir vapores porque se está quemando, mismos que contienen acroleína, que es un humo cancerígeno que no se debe inhalar. Conforme pasa el tiempo y la temperatura se eleva más, el aceite deja una capa negra —apenas perceptible en los sartenes con antiadherente o teflón—, que se conoce como resina de alquitrán.
¿Qué es el alquitrán?
El alquitrán es una sustancia densa, negra y pegajosa que se obtiene de madera, carbón vegetal u otra materia orgánica, y comúnmente se utiliza para pavimentar calles.
Después de que aparece esa capa negra o alquitrán, en el aceite se crean polimerizaciones que son moléculas de mayor tamaño y peso (polímeros); es decir, tu aceite se convierte en productos de difícil digestión y que afectan el funcionamiento del hígado.
Si vas a freír tus alimentos
Debes tomar en cuenta que si decides freír tus alimentos, deberás colocarlos en el aceite solo cuando estén completamente secos, evita sacarlos del refrigerador y colocarlos en el aceite de inmediato.
Es mejor dejarlos estar a temperatura ambiente, previo a freírlos, ya que el agua al entrar en contacto con el aceite caliente, comienza a descomponerlo e iniciar de forma más rápida su proceso de oxidación.
¿Cuál es la temperatura adecuada para cocina?
Cualquier aceite tiene su propio punto de humo o combustión. Mantén presente que entre más alto sea el punto de humo, más platillos puedes preparar con el aceite. Por ejemplo, si el aceite tiene un punto de humo bajo, no podrás utilizarlo para freír —donde las temperaturas suelen rondar los 200ºC y 230ºC.
Si lo que buscas es incluir aceites de calidad en tu alimentación diaria o simplemente en tus platillos, te decimos cuáles son los puntos de humo de los diversos aceites con los que se suele cocinar:
- De oliva extra virgen: 160ºC.
- De oliva virgen: 215º C.
- De cártamo: 240º C.
- De girasol refinado: 220ºC.
Conocer los puntos de humo del aceite con el que cocinas, es ideal para que tus platillos sean saludables y deliciosos.
Recuerda también que puedes optar por incluir el aceite en tus platillos fríos a forma de aderezo en tus ensaladas, sobre pan como acompañamiento y de otras tantas formas, así conservas los beneficios que el aceite aporta a tu salud.
Ahora bien, ya sabes que debes hacer para evitar que el aceite pase de ser un ingrediente saludable con diversos beneficios para tu salud a un producto tóxico, hagamos un último repaso:
- Evita quemarlo —que no sobrepase su punto de humo o combustión.
- Seca muy bien tus alimentos antes de freírlos en aceite, mantelos a temperatura ambiente previo a añadirlos al aceite hirviendo.
- Desecha el aceite que ya no utilices de forma segura para evitar que tus tuberías sufran daños y se contamine el agua.
- Añádelo a tus recetas en frío.
Si te gustó este artículo y quieres saber más sobre cómo utilizar el aceite en tus platillos de forma segura y saludable, ¡asegúrate de seguir leyendo los contenidos del blog!
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