Para optimizar el crecimiento de nuestros hijos debemos brindarles una alimentación nutritiva y variada, además, tenemos que fomentar el desarrollo de habilidades motoras para un íntegro desarrollo.
Es acá donde entran los ejercicios de motricidad fina. Son una serie de actividades muy sencillas, educativas y divertidas que ayudarán en gran manera a tus hijos.
¿Quieres saber de qué se trata todo esto? De ser así, llegaste al sitio indicado. Abajo encontrarás qué es la motricidad fina y 6 ejercicios que podrán hacer en casa.
¡No pares de leer!
¿Qué es la motricidad fina?
Se trata de la coordinación de músculos, nervios y huesos para realizar movimientos precisos y pequeños como, por ejemplo, recoger un objeto pequeño con el dedo índice y el pulgar.
Entre sus beneficios destaca la facilidad de poder hacer actividades que, aunque sean muy sencillas para nosotros, los niños no pueden hacerlas por sí solos debido a que les hace falta esta aptitud.
En efecto, su desarrollo contribuye en la especialización de habilidades, logro de tareas cotidianas y, por si fuera poco, promueve la autonomía y la seguridad en sí mismos.
6 ejercicios de motricidad fina
¿Quieres conocer algunos ejercicios de motricidad fina que aportarán un granito de arena en el óptimo desarrollo de tus niños? ¡Descúbrelo a continuación!
1. Pompones de colores
Los pompones, o pequeñas bolitas, resultan ser el aliado perfecto para este objetivo, podrán agarrarlos, traspasarlos o pellizcarlos de un envase a otro.
La idea es que pongas en un envase una cantidad de bolitas de diferentes colores. Además, debes tener un recipiente con varias divisiones, donde colocarás una marca con cada color de los pompones que tengas.
Es decir, si tienes 4 colores de pompones, son 4 espacios diferentes.
Los niños deben pasar las peloticas y llenar el recipiente de su color. De este modo, estarán aprendiendo a identificar, clasificar colores, tamaños y fomentará también el contaje.
¡Muy bueno!
2. Juegos con pinzas
El desarrollo de esta cualidad puede realizarse mediante el trabajo de pinza con los dedos a través de este fácil y divertido juego.
Debemos tomar una pinza de sujetar papeles de múltiples colores y ponemos en una mesa o algún envase grande y colocamos varios tipos de objetos pequeños.
Pueden ser: pequeñas bolitas de colores, limpiapipas, entre otros. La idea es que el niño recoja todos los elementos del mismo tipo y color con la pinza.
Este representa una manera entretenida de trabajar su destreza manual.
3. Plastilina que ayudan a recortar
En esta ocasión, vamos a buscar promover la coordinación ojo-mano, la cual, es esencial en la psicomotricidad fina.
Por lo tanto, a los niños más chicos, que aún no han podido desarrollar por completo estas habilidades, se les hace muy complicado recortar con precisión.
¿Quieres ayudarlos? ¡Acá te explicamos cómo!
El concepto de este juego se basa en crear unas bandas de plastilina entre las que el pequeño tiene que ir recortando. En primera instancia, puedes empezar haciendo dos líneas rectas sobre una hoja blanca para que el niño evite salirse del camino.
Si quieres aumentar de nivel, entonces tienes que hacer otros tipos de figuras, como curvas, círculos o cualquier otra que le parezca divertida para que vuele su imaginación y sea muy divertido.
4. Trabajo con bandas
Entre las actividades de motricidad fina, ¡esta es de las más sencillas y divertidas!
Únicamente vamos a necesitar unas botellas o latas y un puñado de bandas elásticas. La idea consiste en hacer que los pequeños rodeen el envase con todas las bandas elásticas que puedan.
Para hacerlo más entretenido, con la ayuda de un cronómetro podemos hacer una competencia. Al cabo de 1 minuto, quien consiga poner más bandas será el ganador.
Otro ejercicio que también pueden hacer con bandas elásticas es tratar de trasladarlas de la mano de un niño a otro.
Para esto, uno tendrá que tener las bandas enrolladas en su mano, a la altura de sus deditos, estirándolos y haciendo fuerza para que no se le caiga hacia delante, ni se retraiga hacia la muñeca.
En esa misma posición debe intentar pasársela a su compañerito. ¡Veamos cuántas pueden lograr pasar en apenas 2 minutos!
5. Motricidad con popotes
Este juego también es para mejorar la coordinación ojo-mano. Debemos hacer que practiquen insertando palitos o popotes en pequeños agujeros.
Puedes realizar esta actividad con un bote de cubiertos —esos que tienen bastantes agujeros— y con una caja de popotes de colores que, los niños tendrán que ir atravesando hasta que se terminen.
Para agregarle más diversión, les pediremos que hagan capas de colores. Primero rojo, luego azul y por último, amarillo —depende de los colores que manejes—.
De esta forma, tendrán un final más estético que les encantará, de hecho, querrán dejarlos como decoración.
6. Tendedero infantil
Para hacer nuestro mini tendedero infantil, podemos tomar una cajita de madera o incluso, de zapatos; acá trabajaremos el efecto pinza.
Lo primero que tenemos que hacer para crearlo es anudar a los dos extremos de la caja unos hilos —el que tú prefieras— que servirán para colgar la ropa.
Para la ropa, dibujamos varias prendas para vestir en cartulina gruesa o con la ayuda de los niños y dejamos que ellos las recorten.
Una vez que terminen, añadimos a nuestra caja una cesta con pequeñas pinzas para sostener las prendas, acto seguido le decimos a los pequeños que tiendan toda la ropa recortada.
Para ponerle picante al asunto, debemos pedirles que en cada hilo coloquen las ropas por colores o tipo de prenda.
No solo estarán trabajando la motricidad fina con el pinzado de dedos, también estarán aprendiendo a crear secuencias y series.
¡Ya conoces la importancia de los ejercicios de motricidad fina! Cuéntanos en los comentarios cuál ejercicio crees más conveniente para tu pequeño. ¡Tus impresiones son importantes para nosotros!
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